Mundalí surge de la evocación de un mundo propio, exclusivo y lleno de experiencias, teniendo resonancia fonética con "mundial" pero reinventando el concepto. Es una palabra inventada, alegre y fácil de pronunciar, que invita a la idea de comer como una celebración universal. Su estructura no incorpora términos descriptivos ni geográficos y carece de significados directos en el rubro alimenticio, lo cual contribuye a su originalidad y fortalece su registro legal.

"Pelúo" es un neologismo simpático, inspirado fonéticamente en la palabra popular "pelado" por su cercanía al término plátano pelado, pero sin ser descriptivo y aportando un giro divertido. Tiene sonoridad memorable, espíritu arriesgado y no remite directamente al producto, lo que la hace disruptiva y distintiva, evitando ser genérica o común dentro del nicho.

Banti es una palabra abstracta, sin significado específico en español ni relación directa con alimentos o plátanos, logrando que sea memorable y fácil de pronunciar. Suena festiva y amigable, incentivando la recordación y alejándose de descriptores convencionales. Esta propuesta facilita la creación de universo de marca divertido e internacionalizable.